Tácticas de difusión de desinformación: cómo se invade el cerebro humano

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Tácticas de difusión de desinformación: cómo se invade el cerebro humano

Tácticas de difusión de desinformación: cómo se invade el cerebro humano

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Desde el uso de robots hasta la inundación de las redes sociales con noticias falsas, las tácticas de desinformación están cambiando el curso de la civilización humana.
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      Previsión Quantumrun
    • 4 de Octubre de 2023

    Resumen de información

    La desinformación se está difundiendo a través de tácticas como el Modelo de Contagio y aplicaciones cifradas. Grupos como Ghostwriter atacan a las tropas de la OTAN y de Estados Unidos, mientras que la IA manipula la opinión pública. Las personas suelen confiar en fuentes conocidas, lo que las hace susceptibles a recibir información falsa. Esto podría conducir a más campañas de desinformación basadas en inteligencia artificial, regulaciones gubernamentales más estrictas, un mayor uso de aplicaciones cifradas por parte de extremistas, una mayor ciberseguridad en los medios y cursos educativos sobre cómo combatir la desinformación.

    Tácticas que difunden el contexto de desinformación

    Las tácticas de desinformación son herramientas y estrategias que a menudo se aplican en los sitios de redes sociales, creando una pandemia de creencias falsas. Esta manipulación de la información ha dado lugar a un malentendido generalizado sobre temas que van desde el fraude electoral hasta si los ataques violentos son reales (por ejemplo, el tiroteo en la escuela primaria Sandy Hook) o si las vacunas son seguras. A medida que las noticias falsas continúan compartiéndose en diferentes plataformas, se ha creado una profunda desconfianza hacia instituciones sociales como los medios de comunicación. Una teoría sobre cómo se difunde la información engañosa se llama Modelo de Contagio, que se basa en cómo funcionan los virus informáticos. Una red está creada por nodos, que representan personas, y bordes, que simbolizan vínculos sociales. Un concepto se siembra en una “mente” y se difunde en diversas condiciones y dependiendo de las relaciones sociales.

    No ayuda que la tecnología y la creciente digitalización de la sociedad estén contribuyendo a que las tácticas de desinformación sean más efectivas que nunca. Un ejemplo son las aplicaciones de mensajería cifrada (EMA), que no sólo facilitan el intercambio de información falsa con contactos personales, sino que también imposibilitan que las empresas de aplicaciones rastreen los mensajes que se comparten. Por ejemplo, los grupos de extrema derecha se transfirieron a los EMA después del ataque al Capitolio de Estados Unidos en enero de 2021 porque las principales plataformas de redes sociales como Twitter los prohibieron. Las tácticas de desinformación tienen consecuencias inmediatas y a largo plazo. Aparte de las elecciones en las que personalidades cuestionables con antecedentes criminales ganan a través de granjas de trolls, pueden marginar a las minorías y facilitar la propaganda de guerra (por ejemplo, la invasión rusa de Ucrania). 

    Impacto disruptivo

    En 2020, la empresa de seguridad FireEye publicó un informe que destaca los esfuerzos de desinformación de un grupo de piratas informáticos llamado Ghostwriter. Desde marzo de 2017, los propagandistas difunden mentiras, en particular contra la alianza militar Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y las tropas estadounidenses en Polonia y los países bálticos. Han publicado material falsificado en las redes sociales y sitios web de noticias prorrusos. En ocasiones, Ghostwriter ha utilizado un enfoque más agresivo: piratear los sistemas de gestión de contenidos (CMS) de los sitios web de noticias para publicar sus propias historias. Luego, el grupo distribuye sus noticias falsas mediante correos electrónicos falsos, publicaciones en redes sociales e incluso artículos de opinión escritos por ellos en otros sitios que aceptan contenido de los lectores.

    Otra táctica de desinformación utiliza algoritmos e inteligencia artificial (IA) para manipular la opinión pública en las redes sociales, como “impulsar” los seguidores de las redes sociales a través de bots o crear cuentas de trolls automatizadas para publicar comentarios de odio. Los expertos llaman a esto propaganda computacional. Mientras tanto, una investigación del New York Times descubrió que los políticos utilizan el correo electrónico para difundir desinformación con más frecuencia de lo que la gente cree. En Estados Unidos, ambos partidos son culpables de utilizar hipérboles en sus correos electrónicos a sus electores, lo que a menudo puede alentar a compartir información falsa. 

    Hay algunas razones clave por las que la gente cae en las campañas de desinformación. 

    • En primer lugar, las personas aprenden socialmente y tienden a confiar en sus fuentes de información, como amigos o familiares. Estas personas, a su vez, reciben noticias de amigos de confianza, lo que dificulta romper este ciclo. 
    • En segundo lugar, las personas a menudo no verifican de manera proactiva la información que consumen, especialmente si están acostumbradas a recibir noticias de una sola fuente (a menudo, los medios tradicionales o sus redes sociales favoritas). plataformas como Facebook o Twitter). Cuando ven un titular o una imagen (e incluso simplemente una marca) que respalda sus creencias, a menudo no cuestionan la autenticidad de estas afirmaciones (por ridículas que sean). 
    • Las cámaras de eco son poderosas herramientas de desinformación que automáticamente convierten en enemigos a las personas con creencias opuestas. El cerebro humano está programado para buscar información que respalde las ideas existentes y descartar la información que va en contra de ellas.

    Implicaciones más amplias de las tácticas que difunden desinformación

    Las posibles implicaciones de las tácticas que difunden desinformación pueden incluir: 

    • Más empresas especializadas en inteligencia artificial y bots para ayudar a políticos y propagandistas a ganar seguidores y “credibilidad” a través de inteligentes campañas de desinformación.
    • Se presiona a los gobiernos para que creen leyes y agencias contra la desinformación para combatir las granjas de trolls y los estrategas de desinformación.
    • Aumento de las descargas de EMA para grupos extremistas que quieren difundir propaganda y arruinar reputaciones.
    • Los sitios de medios invierten en costosas soluciones de ciberseguridad para evitar que los piratas informáticos desinformadores introduzcan noticias falsas en sus sistemas. En este proceso de moderación se pueden emplear nuevas soluciones de IA generativa.
    • Los malos actores pueden emplear bots impulsados ​​por IA generativa para producir una ola de contenido mediático de propaganda y desinformación a escala.
    • Mayor presión para que las universidades y escuelas comunitarias incluyan cursos contra la desinformación. 

    Preguntas a considerar

    • ¿Cómo se protege de las tácticas de desinformación?
    • ¿De qué otra manera pueden los gobiernos y agencias prevenir la propagación de estas tácticas?

    Referencias de información

    Se hizo referencia a los siguientes enlaces populares e institucionales para esta perspectiva:

    Centro de Innovación en Gobernanza Internacional El negocio de la propaganda computacional debe terminar